En China, según la ley, existen cincuenta y tantos delitos por los que te pueden ejecutar. Uno de ellos el ser corrupto. A un miembro de la alcadía de un pueblo de China, que fue juzgado y condenado por un delito de malversación de fondo público, ha pagado con su vida.
En España, ¡uy en España!, aquí somos la leche. En España premiamos a los corruptos. En este Pais cuanto mas delitos tiene en sus espaldas, mas votos recibe en las urnas.
Los dos extremos son malos; pero si tuviesemos que elegir uno de los dos, ¿cual elegirías?.
Castro del Rio y yo
En estas páginas intentaremos reflexionar sobre los problemas de un emigrante que vive alejado de su tierra. Hace algunos años fuimos nosotros. Ahora llegan de todos los rincones del Planeta, que se supone es de todos.
miércoles, 20 de julio de 2011
lunes, 18 de julio de 2011
La fuerza de la constancia
Lo mismo que un martillo nunca lograría la perfección que consigue la caricia del agua sobre una piedra. Lo mismo que un niño que se niega a prestar atención en el colegio, si es constante logra aprender mas que el inteligente al que nadie le va recordando que hay que estudiar.
Quiero ser español
Cuando nací, ya hace algunos años, me dijeron que era español. Fui a la escuela, y en la escuela se me enseñó a leer, escribir, en español claro está. Los políticos de aquellos años, por conveniencía instalaron todas las industrias en una zona de España, una zona muy alejada de mi pueblo. Y empezaron los castreños a emigrar, primero a Francia a la vendimia.Despues a Bilbao, una de las zonas privilegiadas. Tambien a Barcelona, otra de las tierras escogidas por los que controlaban nuestro pais, para las inversiones y la ubicación de las empresas que llegaban del extrajero. Yo entonces, en los años cincuenta, estaba mas por la escuela. Despues, en los años sesenta, cuando mi familia tuvo que emigrar a Barcelona, y yo con ella, me fuí enterando de muchas cosas. Supe que en Barcelona algunos hablaban en catalán; pero bueno, como en el colegio habia estudiado algo de francés, no me costó mucho entenderlo. Mis compañeros de trabajo en una agencia de transporte de paquetería, la mayoría eran andaluces como yo. Pero tambien había muchos gallegos (incomprensible que el dueño de España fuese gallego, y estos tenían que emigrar por todo el mundo para ganarse la vida, porque en su tierra no se destinaba ni un duro para fomentar el empleo), tambien algunos catalanes, y como no, muchos valencianos, ya que los dueños de la empresa eran originarios de la provincia de Alicante. Así fui creciendo, escuchando varios idiomas (Franco controlaba todavía la jefatura del Estado Español
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